martes, 13 de septiembre de 2016

Las Claves del Pop Art: Episodio II

Robert Rauschenberg
Retroactive I (1963)
En la primera entrega de las claves del Pop Art, nos quedó claro que los padres de esta singular propuesta artística se encuentran en Inglaterra, sin embargo a nuestra cabeza vienen imágenes de las Marilyns, la sopa Campbell y las viñetas de cómic exageradamente grandes, ¿por qué? Pues porque es indudable que para fabricar y exportar espectáculo Estados Unidos se lleva la palma y Andy Warhol será su principal embajador.

Pero antes de él hubo una primera oleada pre-pop, todavía ligada a la abstracción pero con unos contenidos radicalmente diferentes, esto es, se pasa de la búsqueda de la expresión individual y personal del artista y sus reflexiones sobre la acción de pintar y el espacio (como hacían Pollock y Rothko), a un abierto interés por temas banales y objetos cotidianos que nos recuerdan a lo visto en el Pop británico, como son las imágenes sacadas de revistas y periódicos de Robert Rauschenberg o la serie de Banderas de Jasper Johns. Esta fascinación por la imaginería popular y la búsqueda del objeto fetiche está en la base de la época “dorada” del Pop Art americano, en la que se desarrolla una auténtica cultura en torno al objeto… o quizás deberíamos decir “culto” al objeto?
Jasper Johns
Flag (1967)

The Factory
Efectivamente, y como de auténticos exvotos se tratara, Estados Unidos estuvo inundado durante la década de 1960 por imágenes de Coca-Cola, de Marilyn Monroe y de Sopas Campbells, no sólo en la publicidad, en la televisión y en las revistas, sino también en galerías y museos. Su artífice, Andy Warhol, decía: “Si pinto de esta manera es porque quiero ser una máquina”, porque efectivamente su trabajo pasó rápidamente a estar más próximo a la fabricación industrial que a la artesanal o manufacturada, más propia de los artistas británicos. Desde 1963 Warhol se instala en lo que llamó “The Factory”, un lugar muy peculiar donde el excéntrico artista realizaba de día sus famosas litografías y serigrafías, y de noche se convertía en el epicentro de escandalosas fiestas donde se reunían personajes de lo más variopinto.
Andy Warhol
Latas de sopas Campbells (1962)

Claes Oldenburg
Teléfono blando (1963)
Indudablemente Andy Warhol fue un artista muy controvertido, que provocó críticas y debates sobre su trabajo y su papel como artista, pero hay que valorar su propuesta dentro de un contexto de apogeo de un consumismo feroz, en el que el Arte también tenía derecho a entrar y ser partícipe… el Pop Art de Warhol consistía, no en pensar con las obras, sino simplemente vender imágenes…

Pero no todo el Pop Art americano se reduce a Warhol, aunque la principal característica va a seguir siendo ese culto al objeto cotidiano que, en el caso de Claes Oldenburg, son sometidos a una doble metamorfosis: altera su tamaño y cambia el material del que están hechos originalmente, todo ello para enseñarnos a ver el mundo de otro modo. De esta manera, nos encontramos con cucharillas gigantes o teléfonos blandos, además de un gran número de pequeñas piezas de diferentes alimentos realizados en escayola y que llegó a comercializar en The Stone, un lugar que tiene cierta semejanza con The Factory de Warhol, aunque seguramente menos ruidoso…
Claes Oldenburg
Pastry case (1962)

Roy Lichtenstein
Image duplicator (1963)
Pero, ¿dónde están esas enormes imágenes salidas de los cómics y quién las hacía? El artífice fue Roy Lichtenstein, que las escogió como principal asunto iconográfico por un doble y paradójico motivo: esa técnica fría e impersonal del trabajo de imprenta que, sin embargo, transmitía una gran carga emocional en sus temas. Al igual que sus coetáneos, para Lichtenstein el Arte era también un objeto más de consumo, pero lejos de seguir un procedimiento industrial como hacía Warhol, y como sus pinturas aparentan, sus obras esconden el trabajo de un pintor tradicional. Escoge una imagen, un personaje, una situación, y como si usáramos una lupa cuando leemos un cómic, lo traslada a un formato mayor, de manera que se pueden ver los característicos “puntitos” del trabajo de imprenta tradicional.

También debemos mencionar en esta etapa madura del Pop Art estadounidense, la figura de Mel Ramos y sus características “pin-ups” que aparecen publicitando productos de gran consumo... como si ellas mismas también lo fueran.












George Segal
Conductor de autobús (1962)













A mediados de los años 60 la estética Pop estaba ya tan extendida que empezó a ampliarse la temática y el estilismo hacia otros derroteros, menos glamourosos y más cercanos a la vida cotidiana del americano medio. En esta última fase nos encontramos a artistas como George Segal y Marisol Escobar, que se alejan de esa imagen alegre, optimista y banal que había difundido el Pop americano, y analizan al ser humano de una forma más trágica, por no decir más real: las Marilyns, la Coca-Cola y las pin-ups, dan paso a conductores de autobús, inmigrantes, indigentes y, en definitiva, miembros también de pleno derecho de ese mundo capitalista y consumista que vendía felicidad a través de imágenes.

Marisol Escobar
Mujeres y perro (1962)

Y ¿cómo se vió y se canalizó todo esto desde nuestra España franquista?  
To be continued...

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